Compartir nota en Twitter |
El pasado sábado 28 de agosto hemos compartido un espacio de encuentro y reflexión junto a monseñor Luis Manuel Alí, obispo auxiliar de Bogotá y miembro del Pontificio Consejo para Protección de los Menores, ente dependiente de la Santa Sede. Presidido por monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco y coordinador de este Consejo Pastoral para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables, desarrollamos un conversatorio destinado a la reflexión conjunta a los Consejo y Comisiones Diocesanas para la Protección, sobre las claves para los procesos integrales llevados a cabo por los equipos diocesanos.
En cuanto miembros del Consejo Pastoral para la Protección de Menores y Personas Vulnerables, organismo dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina, participaron del encuentro monseñor Fray Carlos Azpiroz Costa, arzobispo de Bahía Blanca; monseñor Ariel Torrado Mosconi, obispo de Nueve de Julio; el padre Juan Pablo Dreidemie, la hermana María Elena Fernández, la doctora Alicia Zanotti de Savanti, la licenciada María Inés Franck y el licenciado Gonzalo Moreira.
El encuentro, a consecuencia de la pandemia generada por el coronavirus – Covid-19, se desarrolló de manera digital, lo que otorgó como posibilidad la participación de personas de diversos puntos de la Argentina y de otros países.
El conversatorio inició con las palabras de bienvenida por parte del padre Juan Pablo Dreidemie, quien animó el comienzo presentando a los miembros de este Consejo. A continuación, monseñor Sergio Buenanueva, presentó a monseñor Luis Manuel Alí, reconociendo antes el caminar de la Iglesia Argentina con decisión y firmeza sobre la prevención. Acto seguido compartió la reseña sobre la persona de monseñor Alí, quien con su amplio conocimiento y experiencia en la temática nos guió en la reflexión para fortalecer los espacios de nuestros equipos diocesanos que están creciendo, pilar fundamental para continuar el camino asumido para el abordaje de la problemática dada por los abusos de conciencia, poder y sexuales, desde diversas perspectivas.
Monseñor Luis Manuel Alí compartió su experiencia del trabajo en equipo e invitó a la reflexión sobre la exclusión, la vulnerabilidad y la marginalidad para con las personas cuyos rostros son muestras “que no solamente manifiestan la realidad personal sino también familiar y colectiva de lo que acontece en las personas vulnerables”. Del mismo modo, el expositor expresó la importancia de “insistir en procesos integrales que potencien los equipos de abordaje, especialmente para el tratamiento del imaginario social respecto al accionar la Iglesia frente a los hechos de abusos”. En este sentido resaltó el por qué de la necesidad de contar con procesos integrales, dado que las problemáticas “no son molinos de viento, son problemáticas de tamaño impacto, incluso mediático, que nos presenta una realidad sumamente compleja. Los rostros heridos son muestras de la necesidad de equipos interdisciplinarios para afrontar esta problemática”.
El obispo Alí destacó la complejidad del tema, “cuya raíz tiene múltiples causas, son como gajos. Nos referimos a situaciones que derivan también de un conjunto de situaciones sociales, falencias organizacionales y vulnerabilidades psicológicas” Asimismo, monseñor Luis Alí expuso que “como lo ha expresado el papa Francisco a los obispo de Chile en 2018, «nos enfrentamos a un sistema que propicia el abuso»”.
Reconoció también la existencia de “ambientes eclesiales tóxicos”, lo que significa “ambientes que propician el abuso de poder y de conciencia, de dominación, de manipulación religiosa, de secretismo, de clericalismo y de idealización del líder”. Es necesario acercarse a procesos integrales porque “nos afrontamos a una heterogeneidad de la población de los abusadores”.
Se reflexionó asimismo sobre la necesidad de recordar el recorrido realizado en la Iglesia para incluir en los documentos oficiales y en la jurisprudencia canónica el concepto de “persona vulnerable”. Aquí se destacó el canon 99 que refiere a la “persona con uso imperfecto de la razón”, como aproximación canónica a la noción de persona vulnerable. A fin de profundizar sobre este canon, los diversos Motu Proprio que lo sucedieron en los últimos años, así como las Líneas guía del Estado del Vaticano (F.2019) han abordado la cuestión. Este documento tiene además la importancia de exponer por primera vez el derecho de las víctimas de abuso, no solo sexual, sino con énfasis en la protección de los menores y personas vulnerables.
De igual manera se profundizó sobre la importancia del Motu Proprio Vos Estis Lux Mundi (F.2019) mediante el cual se expresa la tipología del delito y la definición de adulto vulnerable, definición que asume luego el Vademécum de julio de 2020 presentado por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Allí se exponen cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual cometidos por clérigos a menores: «cualquier persona en estado de enfermedad, de demencia física o psicológica o de privación de la libertad personal que de hecho limite, incluso ocasionalmente su capacidad de entender o de querer, o en cualquier caso de resistir la ofensa». En ese sentido, la nueva redacción del Libro Sexto del Código de Derecho Canónico, que entrará en vigor el l8 de diciembre de este año, nos invita a la reflexión ya que, entre otros puntos, aborda el significado de los «delitos contra la vida, la dignidad y la libertad del hombre». Nuevamente aquí se considera la vulnerabilidad de las personas.
Posteriormente, considerando el sentido multicausal de la problemática, Mons. Alí se refirió a la adopción de procesos para la prevención sistémica. Se resaltó la importancia de la educación, los modelos de prevención situacional para la generación de entornos protectores y la supervisión, tres aspectos fundamentales para el abordaje sistémico. Sobre la educación, se deliberó acerca del sentido de la formación inicial de los clérigos; en cuanto a los modelos de prevención situacional, se conversó sobre la necesidad de aplicar nuevas estrategias de prevención para espacios eclesiales seguros, así como sobre la capacitación para la generación de ambientes seguros y la implementación de protocolos para la denuncia civil y canónica. Sobre la supervisión, se dialogó acera de la necesidad de la formación permanente del clero y la certificación continua de catequistas y personas voluntarias. Resultó igualmente importante la consideración de la importancia de contar con estructuras de supervisión y rendición de cuentas con auditores externos, programas y protocolos.
Finalmente, monseñor Alí compartió su reflexión sobre la comunicación de estos acontecimientos, manifestando lo fundamental que pudiera resultar propiciar un diálogo profesional con diversos medios de comunicación y agentes transmisores de la noticia.
La ponencia ha expresado de manera transversal la necesidad de un abordaje mediante procesos sistémicos integrales para la generación de ambientes eclesiales seguros.
En la segunda sección del conversatorio de compartió un fecundo espacio dado por el intercambio de consultas por parte de la audiencia – digital – y profundización de las temáticas por parte de monseñor Alí.
Desde este Consejo Pastoral para la Prevención de Menores y Adultos Vulnerables, como organismo dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina, damos gracias a Dios y a la Santísima Virgen María, madre de Jesús y de la Iglesia, por los frutos de este trabajo propiciando una Iglesia más segura, destacando que la prevención de abusos sexuales contra menores, ocurridos en los ámbitos eclesiales debe inequívocamente asumirse como misión en sentido de la determinación firme por parte de Iglesia. Al respecto, el Papa Francisco ha manifestado que «la magnitud y gravedad de los acontecimientos exige asumir este hecho de manera global y comunitaria».
Agradecemos a monseñor Luis Manuel Alí por su testimonio, tiempo y labor continua para la prevención.
Video – ponencia disponible en: #ConversarioMonseñorAlí
Argentina, 5 de septiembre de 2021.
Secretaría Ejecutiva y Equipo de Comunicación
Consejo Pastoral para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables
Conferencia Episcopal Argentina